¡¿Transmigré en mi personaje Favorito?!
Llevaba un rato pensándolo, pero era demasiado para un sueño.
—Mire aquí, señor—, pidió el médico balanceando una linterna
delante de sus ojos. Obedeciendo en silencio, William miró hacia el dedo del
médico y se dejó examinar con paciencia.
—“Es que es increíble”.
Un médico realista que estaba lejos de ser el viejito bajo y
calvo que él siempre imaginaba en sus historias, estaba frente a un señor muy
atractivo de unos cincuenta años.
—“También me gustan mayores”.
¿Por qué si no, aparecería un personaje como ese en su
sueño?
El médico le dio un vistazo y luego fue hasta su escritorio
para escribir algo en su computadora.
—¿Vómitos?
William ni siquiera pudo responder, estaba perdido en el
cabello acomodado del médico.
—“Debería poner un personaje como este en mi historia.
¿Cuántas vistas tendría si pongo a alguien tan sexy? ... A todos los que tienen
daddy issues les encantaría. Llorarían por que los pise”.
Estando oficialmente en la luna, Beom suspiró y respondió
por él.
—Ha estado bien hasta hoy en la mañana, parecía
desorientado, como si no supiera quién soy.
El doctor Park asintió y volvió a teclear algo.
—Desorientado…
Tras meditarlo por un momento el doctor volvió a preguntar:
—¿Se ha caído o golpeado de alguna manera?
Nuevamente el paciente no respondió, provocando que las
otras dos personas en la sala se miraran con seriedad. No fue hasta que Beom
alcanzó su mano que William despertó y notó que algo pasaba por su rostro
preocupado.
—No recuerdo haberme golpeado, ni nada de eso—, respondió al
notar que la pregunta realmente era para él; dado que Beom respondió la
anterior vez a algo que ni siquiera escuchó, ahora que puso más atención no se
molestó en responder.
—“¿Estoy quedando como un idiota o es mi impresión?”.
El bonito chico frunció el ceño y se giró hacia el médico.
—Ayer en la tarde fuimos a dar un paseo, no había mucha
visibilidad debido a los árboles y se tropezó con una roca. Parecía que todo
estaba bien después de eso.
William tragó saliva.
Si algo le había quedado claro en aquel poco tiempo era que parecía
estar personificando a Dowon dentro de este sueño. Un hecho demasiado caliente,
si le preguntaban.
—“¿Ayer estos dos fueron al bosque? ¿Fueron al bosque? ¿No
había visibilidad porque era casi de noche? ¿Qué estaban haciendo?”. — Hubo
muchas aventuras en la historia original que pasaron entre Dowon y Beom
mientras estaban en el bosque. Escenas muy apasionadas aparecieron como un
carrusel en su mente.
Se pasó las manos por los cabellos.
—“¿Por qué estoy pensando esto ahora?”. — Tendría una
erección si seguía imaginando las cosas depravadas que hacían esos dos cuando
estaban asolas.
—Señor Sa…
—…
—Señor Sa…
Tal vez era demasiado para su cerebro procesar toda aquella
escena y tener una conversación como una persona normal. El médico y Beom,
ahora ambos lo miraban con preocupación.
—¿Sí? Jejeje. — Rascó su nuca, confundido, si este era un
sueño por qué su cerebro crearía la necesidad de hacerlo ver como un tonto. En
un sueño era posible vaguear por sus propias fantasías. Debía concentrarse,
aunque no fuera la realidad, todavía tenía vergüenza, mínimo debía quedar como
una persona funcional.
—¿Recuerda algo del incidente que dice el señor Seol?
Su cuerpo fue muy honesto, negando incluso antes de que lo
dijera.
—Ni siquiera recuerdo haber salido a algún lado. Solo estuve
en mi casa y fui a dormir tarde, después de trabajar en el borrador de mi
libro.
Park y Beom se miraron con silenciosa comprensión, sus
gestos daban cuenta de que había algo ominoso en la situación.
—Señor Sa, ¿le duele en alguna parte de la cabeza?
Inconscientemente, llevó la mano al lugar mencionado, en
cuanto sus dedos tocaron el lado derecho de su cabeza, fue sorprendido por un
agudo pinchazo. Según podía percibir, ahora palpando con más suavidad, había un
gran raspón en la esquina de su frente.
—¿Qué?... —Ahora estaba aún más extrañado, ¿era normal que
un sueño doliera así? ¿Tal vez el gato del vecino estaba arañándolo en la vida
real, pero él lo sentía dentro del sueño?
—Hmm…— El médico tecleó rápidamente en su computadora
después de darle una mirada suspicaz.
Will aun acariciándose la frente, echó un vistazo a Beom,
sus hombros estaban caídos, apretaba las manos y los labios con ansiedad. Quizá
la vista era aún más lamentable porque era una persona bien parecida.
—Señor Sa, parece que el golpe pudo haber ocasionado la
pérdida de su memoria.
William guardó silencio. ¿Debería decirle a este médico que
ni siquiera estaba hablando con el verdadero señor Sa?
—Le recetaré algunos analgésicos para el dolor de cabeza. En
cuanto a su memoria, usualmente este tipo de síntomas son temporales; sin
embargo, debe hacerse una resonancia y verificaremos que todo esté correcto. En
caso de alguna particularidad, puede que deba quedarse.
Mirando a Beom, el médico continuó:
— No es bueno que se quede solo mucho tiempo, cuide que no
haga esfuerzos, también debe ausentarse de su trabajo mientras se recupera, así
que llame para hacerlo posible, le daré un certificado de su condición.
—Si. — El gesto de Beom era tan serio.
—“Viendo sus caras van a ingresarme en un psiquiátrico si
digo que no soy Sa Dowon”.
Comenzó a divagar de nuevo.
¿El Dowon de su sueño sería tratado como un lunático? Sería
una lástima ver a su personaje favorito encerrado en un manicomio, incluso si
fuera él mismo.
—“De hecho, eso es aún más espeluznante”.
También, la historia que estaba presenciando iba así: Dowon,
despierta desorientado, alguien ha transmigrado en su cuerpo. Nadie más lo
sabe. Esta persona termina cometiendo un error y encierran a Dowon en un
psiquiátrico.
Incluso si era fruto de su imaginación, sintió una gran
responsabilidad. Sería una lástima si este Dowon imaginario volvía y estaba
encerrado con una camisa de fuerza; por eso, sabiamente decidió guardar
silencio.
Para descartar traumas en su cráneo, el doctor Park lo mandó
a hacerse una resonancia magnética, normalmente la preparación requería de
cuatro a seis horas sin haber comido o bebido nada; sin embargo, fueron en
ayuno al hospital, así que inmediatamente lo remitieron a la sala.
Para Will fue demasiado rápido. Tanto que estaba comenzando
a entrar en pánico.
—“¿Puede ser que realmente esté en cuerpo de Dowon? ...
¡PWAHAHAHA!”.
Era tan estúpido que hasta el mismo quiso reírse de haber
tenido en mente esa posibilidad. Solo una cuestión ridícula que se le ocurrió
mientras se cambiaba en el baño rápidamente.
—“Este sueño es cada vez más raro”.
Solo así podía explicar la atención que estaba teniendo de
parte de su mismo sexo y el femenino. En todo el camino hasta la sala de
resonancia, enfermeras y enfermeros no le quitaron la mirada de encima e
incluso unos cuantos lo siguieron hasta la puerta.
—“No me quejo, pero necesito algo de privacidad, si soy
Dowon en el sueño, quizá Beom se ponga celoso”.
Tras ponerse la bata, abrió la puerta. No pudo evitar
sorprenderse, Beom era muy atractivo. Mientras estaba embelesado, el muchacho
se acercó a él y tomó las ropas deportivas que cargaba entre sus brazos.
—Estaré fuera…— Aunque parecía haberlo dicho todo, todavía
se quedó frente a él por algunos segundos, luego suspiró. Acarició su antebrazo
en un suave toque. — La técnica dijo que esto no tomaría mucho tiempo…
Will se quedó inmóvil.
—Todo estará bien. — Después de consolarlo de manera tan
tierna, Beom volvió a lo miró con tristeza.
Una belleza que lo trataba tan tiernamente, William se
sintió aturdido.
Tras dudarlo un poco, finalmente Beom se alejó y salió del
recinto. Con la sala en silencio, las enfermeras se miraron las una a las otras
antes de acercarse al hombre, quien estaba totalmente ido.
—Señor Sa, ya puede recostarse en la camilla.
—… Oh, sí, sí.
En silencio, William se acomodó en la camilla y esperó
pacientemente a ser introducido dentro del equipo de resonancia magnética.
Su cabeza era un caos.
—“Es un ángel, un ángel me tocó. Oh dios, si es así como
mira a Dowon, es tan tierno, no lo puedo creer”. — Estaba fangirleando en silencio.
—“¡Amo esto! ¡Esta historia es maravillosa! ¡Viva! ¡Viva!”.
Si sus pensamientos se hubieran visto en el examen,
probablemente serían puros arcoíris, colores y flores.
--
Al salir del hospital, fueron a una cafetería cercana. Según
el doctor no había nada malo con los resultados, así que estableció que sus
recuerdos volverían pronto, solo debía descansar y si no había cambios, ir a
una nueva revisión.
—Entonces… ¿Sabes quién soy?
William, quien comía parte de un sándwich, se limpió la boca
y alegremente contestó:
—Por supuesto.
Ya con algo en el estómago, estaba más tranquilo y decidió
que lo que debía hacer era disfrutar de este tiempo. Sueño o no, ¿cuándo más
podría disfrutar de algo tan increíble?
—Eres la persona más hermosa que he visto nunca.
El problema era: ¿Necesitaba actuar como Dowon? ¿Hasta qué
punto?
—“¡Vamos! ¡Ni siquiera sé actuar como yo! ¡Va a ser un
desastre!”.
Por eso, pensó que lo mejor sería llenar su estómago y luego
improvisar según fueran yendo las cosas.
—… Okay…— Al ver cómo Beom negaba para después asentir,
quizá eso era algo que Dowon diría y lo había aceptado. — ¿De dónde me conoces?
—…— Con una pequeña sonrisa hizo señas para que se acercara,
a lo que Beom hizo lo pedido. Cuando tenía su oído cerca, susurró: — Soy tu
fan.
Después le picó un ojo antes de seguir con su comida. Al ver
la reacción del conocido ex streamer, de nuevo le dio al blanco, había un
ligero sonrojo en su rostro. La trama estaba yendo increíble.
—¿Sabes cuál es mi nombre real?
Tomando disimuladamente de su té, William observó cómo Beom
apoyaba su cuerpo sobre la mesa.
—“Es sexy hasta sin quererlo”.
Obviando por un momento sus pensamientos sucios, notó la
gravedad de esa pregunta. Evidentemente, si Dowon solo fuera un fan no podría
saber el nombre real de una persona que lo mantiene en anonimato. Entonces, su
deber como autor era actuar como si no lo supiera.
—“¿Qué haré si digo que no soy Dowon y el sueño se
termina?”. — Ni loco se arriesgaría.
—No, pero me encantaría saberlo. — Así fue como había decidido
jugar. Nada más refrescante que un buen cliché romántico. Puso delicadamente su
mano sobre la de Beom.
—“No te recuerdo para nada, mi amor, pero sé volveré a
enamorarme de ti… ¡Ahh! ¡Suena tan dramático! ¡Es conmovedor!”. — Estaba
orgulloso de haber creado tan tremenda historia en su cabeza. Ahora solo
necesitaba que todo se ejecutara.
—¿Cuál es tu nickname?
—…
—¿Señor Sa?
William tragó saliva.
—“¡MIEEEEEEERDAAA!”. — No se acordaba ni de su desayuno de
ayer. ¿Cómo diablos recordaría algo así. — “Era Coral Snake, ¿pero tenía algún
número? ¿Un guión? ¿Dos? … ¡Íbamos tan bien! ¡¿Cómo me puedes preguntar eso?!”.
Ser transmigrado, incluso en su sueño, estaba resultando un asunto complicado.
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